viernes, 10 de febrero de 2017

Eric Laurent: Psicoanálisis.

Eric Laurent: Psicoanálisis.

Lo que vendrá…



Entrevista a Eric Laurent [1]
Por Alicia Yacoi
DICIEMBRE|2016
#4 

Alicia Yacoi:

La última enseñanza de Lacan abre una vía de investigación entre Imaginario y sinthome, Imaginario y fin de análisis. En la elaboración sobre Joyce, Lacan señala una experiencia de cuerpo, un desanudamiento de lo Imaginario. ¿Se puede concluir que con su sinthome, la escritura, Joyce logra armarse un Imaginario corporal? ¿El sinthome conlleva un modo de sostener un Imaginario sin Otro?

Eric Laurent: Lo que es muy interesante en este desanudamiento del Imaginario es la aproximación de Lacan a Joyce como alguien que a un cierto nivel no tiene narcisismo, lo que es extraño porque, al mismo tiempo, Joyce tiene rasgos de megalomanía en su hacerse un nombre como dice Lacan. Vemos un modo de creación de sí mismo que tiene elementos, si se pudiera decir, de un narcisismo fenomenal. También cuando Lacan insiste en el hecho que Joyce inventa su solución.

La inventa solo, sin el apoyo sobre el padre o la tradición. Precisamente esto mismo Lacan lo considera como una otra vía que la del narcisismo. Vemos como se opone lo que es construcción de Joyce como santo y lo que sería la construcción de un Joyce que hubiera podido tener un cuerpo. Se oponen estas vías. Esto renueva completamente el estudio clínico de las personalidades narcisistas, y de todo el error que hay en pensar la psicosis en la vía de un narcisismo sin freno.

Esto abre efectivamente el camino de una investigación clínica, lo que en su pregunta usted llama el Imaginario sin Otro, más bien estos anudamientos del imaginario con sus suplencias, en lugar de narcisismo, un ego de sustitución. Esto renueva el tema.

A. Y.: Lo pensaba en consonancia con lo que usted plantea en su libro El reverso de la biopolítica [2], encontrar en Lacan una noción de narcisismo modificado, anterior al Estadio del Espejo, al punto de vista del Ideal, una consistencia Imaginaria, goce en el cuerpo, un cuerpo anterior al "mi cuerpo".
 
E. L.: No sería tanto el narcisismo en Lacan articulado a la imagen sino a la imagen como Una, a la forma del cuerpo… y lo que cae en Joyce es precisamente la forma. Su cuerpo se desvanece, o más bien le sale del pensamiento. No hay una representación. Esta no es tanto imagen que forma o, como lo dice Lacan, es un cuerpo sin alma. En la tradición aristotélica el alma es la forma del cuerpo, el cuerpo en tanto que Uno.

Como Aristóteles lo dice y Lacan lo retoma, el hombre piensa con su alma. Y en lugar de esto, Lacan dice: el hombre habla con su cuerpo, el sujeto habla con su cuerpo. Hace la distinción entre el hombre y la mujer precisamente porque una mujer puede ser el síntoma de otro cuerpo. Complica la cosa del punto de vista desde el lado femenino de la fórmula de la sexuación. Vemos la diferencia, efectivamente, entre cuerpo y síntoma que se distribuye de manera diversa según los sexos.

A. Y.: ¿Cómo nos hace avanzar la reconsideración de la angustia en "La Tercera"[3] como el sentimiento de sospecha de reducirnos a nuestro cuerpo, con respecto a experiencias de cuerpo, signos discretos o no en la psicosis de desposesión del Imaginario corporal, con vistas a nuestro congreso 2018? Es una noción de angustia que no refiere al Deseo del Otro ni al Goce del Otro.
 
E. L.: La posición de La Tercera… puede ser leída, este dicho de Lacan, la angustia como el temor de reducirse a su cuerpo,[4] … vemos, por ejemplo una primera manera de leerlo, sería recordar la referencia en los seminarios de Lacan a la mantis religiosa, en la cual frente a la hembra de la especie, el del lado masculino se reduce a su cuerpo. Lacan plantea que es cómo se ve en el ojo de la hembra, justo antes de la operación final, que sería la angustia de reducirse a este cuerpo, más allá efectivamente, de toda significación fálica, es lo vivo como tal. Es una manera de interrogar lo que hay más allá de la significación fálica, de la relación con la amenaza de muerte. En la perspectiva de la última enseñanza, el goce del cuerpo no es el goce fálico.

El goce fálico viene a perturbar el goce del cuerpo, entonces lo interesante es que de la misma manera que Lacan, en el seminario de la angustia desarrolla una angustia que, como lo ha notado Jacques-Alain Miller, lo esencial del seminario es que no conecta la angustia de manera fundamental con la angustia de castración. Separa la angustia de la angustia de castración.

Esto que se replantea en "La Tercera". Con esta nueva formulación, el sentimiento de reducirse al cuerpo, separa una vez más la angustia de castración y la angustia como tal. Es la angustia con el goce, no fálico, con el Otro goce. Más bien lo ilimitado del goce. Se podría añadir que la reducción del sujeto al goce, al cuerpo, tiene un eco en lo que Lacan subraya en su conferencia sobre Joyce: que la historia se reduce a la historia de los cuerpos desplazados.

A. Y.: ¿Qué valor tiene desplazados allí…?
 
E. L.: Es muy llamativo pensar que el sujeto no se articula a la historia con el Nombre del Padre y la significación fálica, sino más bien a lo que escapa esto. 

Es más un punto de vista benjaminiano, en el sentido de Walter Benjamin, cuando habla de la historia como la historia de los vencidos, la historia de los del exilio, la historia de los desplazados y todo este acento sobre la historia que no es del lado del sentido sino más bien de ser atrapado en el goce infernal con la cuestión en nuestro siglo de los inmigrantes.

El tema de la inmigración, que se da más en Europa que en América latina, se da con otros enfoques pero que tiene el mismo peso sobre la forma que toma la historia, tiene un eco particular que hay que hacer también resonar. La pregunta que usted plantea es finalmente el tema del fin de análisis y precisamente fue algo que se tocó en las últimas jornadas de la ECF, donde tuve la oportunidad de animar una secuencia de tres AE que tomaban en resonancia con el tema de las jornadas que era la mirada y el lazo entre lo que es la representación del sujeto y la mirada que determina la imagen y la representación, más bien lo que se tocó fue el final del análisis como un momento en el cual se atraviesa el plano de las identificaciones, como decía Lacan en su enseñanza clásica.

Se atraviesa también el yo articulado a estas identificaciones, imágenes de sí mismo, para reducirse al sujeto articulado al objeto a, un objeto sin representación, sin forma, que tiene un circuito y es más bien el enforma, es una cosa que se pone en el calzado para mantenerlo, pero que no tiene forma, es el que permite articularse a la forma en tanto que el objeto a se articula al menos fi, pero que no tiene forma. Precisamente los tres AE presentaban el momento final como una separación de la representación yoica.

En este sentido, si, se puede ver en estos testimonio, eran más aportes que testimonios, reducir, concentrar el testimonio en esta perspectiva. Se ve cómo se separa el cuerpo articulado al goce, objeto a, del mi cuerpo, lo que sería más bien la articulación yoica en el cuerpo. Creo que de manera muy concreta y muy viva los AE han transmitido esto cómo puede servir de investigación para la clínica del pase.

AY: Muchas gracias
Versión no revisada por el autor.

 http://elcaldero.eol.org.ar/Ediciones/004/template.asp?Lo-que-vendra/Entrevista-a-Eric-Laurent.html
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